Las dificultades en la dislexia aparecen tanto en los procesos lectores como en la escritura. Concretamente:
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Las dificultades en la lectura aparecen más que en el reconocimiento de las letras, en la imposibilidad de leer pequeños grupos de dos o tres letras yuxtapuestas. Confunden más que los niños normales aquellas letras que son semejantes, ya sea por su grafía (p y q, d y b) o por su pronunciación (f y v, p y b). No encuentran, o les resulta muy difícil en caso de hacerlo, un significado a lo que están leyendo.
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En la escritura, las dificultades que aparecen con más claridad son las inversiones, permutaciones de letras (fla por fal), las letras están mal formadas, son desiguales, etc. En ocasiones la lectura y la escritura de los números también son erróneas.
De acuerdo con la Asociación Británica de Dislexia la evolución de la misma presenta las siguientes características:
Hasta los seis años:
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Retraso en aprender a hablar con claridad.
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Confusiones en la pronunciación de palabras que se asemejan por su fonética.
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Falta de habilidad para recordar el nombre de cosas conocidas, como por ejemplo, los colores.
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Confusión en el vocabulario que tiene que ver con la orientación espacial.
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Dificultades con las rimas o para aprender las canciones o cuentos propios de esta edad.
Desde los seis a los nueve años:
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Dificultad para aprender a leer y a escribir.
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Dificultad para distinguir la izquierda de la derecha.
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Dificultades para aprender el alfabeto, las tablas de multiplicar, retener las secuencias.
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Falta de atención y de concentración.
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Frustración y posible inicio de problemas de conducta.
Entre los nueve y los doce años:
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Continuos errores en lectura, lagunas en comprensión.
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Omisiones de letras a la hora de escribir, alteraciones en el orden de las letras, palabras.
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Desorganización en casa y en la escuela.
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Dificultad para seguir instrucciones orales.
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Aumento de la falta de confianza y aumento de la frustración.
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Problemas de comprensión del lenguaje oral y escrito.
A partir de doce años:
- Tendencia a la escritura desordenada y descuidada.
- Inconsistencias gramaticales y errores ortográficos.
- Dificultad para planificar y para redactar relatos y composiciones escritas.
- Baja comprensión lectora.
- Aparición de conductas disruptivas.
- Aversión a la lectura y a la escritura.